Balón solidario
Cuando la solidaridad no tiene fronteras
La solidaridad como precepto incondicional se refleja en el accionar inicial y en el resultado final. Lo que transcurre en el medio de estos dos íconos es el sacrificio desinteresado que reconforta el alma. Conformar y consolidar un grupo abierto de personas unidas por el fútbol en primer lugar, luego la amistad, el compromiso solidario, y –además-, perdurar en el tiempo por tres décadas no es sencillo.
Geográficamente ubicados en Lincoln, distrito del noroeste bonaerense, el grupo se identificó como “La Estaca”, nombre del comercio de ventas de semillas para el universo agropecuario de la región donde se reunían los primeros integrantes. La pelota de fútbol y los sábados por la tarde pasaron a ser parte importante de su vida. Jorge Moreno integrante casi desde el minuto cero, recuerda que quienes se reunían allí eran quienes “no tenían muchas condiciones futboleras”.
Armaron su propio campo de juego con quincho incluido en un predio camino al cementerio municipal. Cada sábado, finalizado el tiempo futbolero, comenzaron a delinear algunas actividades solidarias. La formula deporte-amistad-solidaridad significó que comenzaran a organizar torneos de fútbol en beneficio de las instituciones, como por ejemplo el Hogar Santa Rita, la Escuela Virgen Niña, Centro para Discapacitados de Lincoln y actualmente con una institución dedicada a chicos con autismo y capacidades diferentes llamada “Abriendo Caminos”.
A través de los años, la faz solidaria creció, dado que otras instituciones de bien público comenzaron a pedir su colaboración; como así también particulares que, enfermos de diversas dolencias y gravedad, no podían afrontar económicamente sus problemas. Comenzaron de esta manera las grandes cenas, la venta de pollos asados y la elaboración de pizzas, con una amplia repercusión en la comunidad.
Moreno señaló: “Debo destacar que el grupo tiene la condición básica de ser abierto, respetarnos y asumir con responsabilidad el compromiso de estos preceptos de convivencia”, y agregó: “Llegamos a una edad en la que la gente quiere ayudar y es por eso que así nosotros podemos aportar nuestro grano de arena. En ´La Estaca´, cada uno da lo que puede, lo bueno es que todos sienten que pueden dar, simplemente porque la diversión y la solidaridad van de la mano.”
Actualmente “La Estaca” está integrada por 45 personas. Algunos son los que dieron el puntapié inicial a un partido donde el entretenimiento, el respeto y la amistad eran partes de las reglas de juego.
Como anécdota cabe mencionar que gracias a Internet lograron ubicar grupos de jugadores que cumplen idénticas misiones y con lo cual confraternizaron con visitas mutuas, la mayoría de carácter internacional que los llevó a conocer España y Uruguay, sumándole también a su recorrido las visitas en diferentes lugares de Argentina.