Importante Muestra Arqueológica en el Istituto Italiano di cultura
La muestra Forme e colori presenta una selección de piezas arqueológicas originales de la cultura Dauna, un pueblo que habitó la península italiana antes de la unificación romana. La exposición, que se puede visitar hasta el 2 de febrero de 2024 en la Sala Roma del Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires, ilustra los rasgos peculiares de esta civilización a través de armaduras, cerámicas, joyas y ornamentos provenientes de la zona de la actual Canosa di Puglia. La muestra forma parte del programa “Narrar la belleza”, que busca valorizar y promover el patrimonio cultural italiano en el extranjero. Se trata de una oportunidad única para apreciar la riqueza y la diversidad de la Italia prerromana, así como para conocer el trabajo de investigación y conservación que realizan los museos italianos.
La entrada es libre y gratuita y se puede disfrutar no solamente de la muestra, sino también de la excelente atención del personal del Istituto Italiano di Cultura.
Canosa di Puglia y la Daunia antes de Roma
La península italiana antes de la unificación acontecida bajo el dominio de Roma era habitada por numerosos pueblos muy distintos entre ellos desde el punto de vista cultural. En Apulia, desde la segunda mitad del siglo VII a.C. convivieron los colonos griegos que habían fundado pocos decenios antes Tarento; los Messapi en el sur de la región, los Peucezi en el centro y los Dauni en la parte más septentrional.
La muestra ilustra los rasgos peculiares de la cultura de los Dauni, a través de los materiales arqueológicos provenientes de uno de los principales centros de la región, la zona de la actual Canosa di Puglia. Aquí, entre el siglo IV y el Il antes de Cristo, los llamados príncipes, personajes al vértice de las élites locales, se hacían sepultar en tumbas de cámaras familiares, excavadas en la piedra toba local, los hipogeos, con ricos ajuares funerarios que ponían de manifiesto ante la comunidad su estatus económico y cultural. Los materiales seleccionados para la exposición provienen en gran parte de los depósitos de los museos arqueológicos de las más importantes ciudades de la Apulia, Bari y Tarento, además de la misma Canosa, donde aún hoy es posible visitar los sitios arqueológicos donde fueron encontrados algunos de los vestigios exhibidos.
Canosa es riquísima de testimonios de su historia milenaria: tumbas, casas, templos, edificios termales, puentes y calles, iglesias y catacumbas, integradas en el tejido urbano moderno, perpetúan la memoria de su centralidad, desde la Edad del Hierro hasta la Edad Media, en la red de relaciones que hacía del río Ofanto uno de los principales canales de conexión. Desde el siglo XIX, la ciudad y su territorio han sido, sin embargo, objeto de una auténtica búsqueda del tesoro que ha alimentado el mercado internacional de antigüedades. Los hallazgos, tan espectaculares como originales, han acabado enriqueciendo de forma más o menos legítima los museos de Apulia, de Italia y de todo el mundo, y a menudo han pasado a formar parte de colecciones privadas. Algunos de los objetos aquí expuestos proceden de importantes operaciones de la lucha contra el tráfico clandestino de vestigios arqueológicos, llevadas a cabo por el Comando de Protección del Patrimonio Cultural de Carabinieri.