Cómo será el nuevo universo turístico post COVID-19
Tiempos difíciles atraviesa el turismo, uno de los motores fundamentales de la economía de la mayoría de los países. El COVID -19 sembró en el planeta la incertidumbre y la muerte en los humanos, mientras que en las economías las envió a terapia intensiva.
La OMT (Organización Mundial de Turismo) siempre está en estrecha relación con la Organización Mundial de la Salud, dado que la cooperación del sector es de suma importancia para detener la propagación del virus en el planeta.
Los ingresos a todos los países se han cerrado. La pandemia de COVID-19 ha logrado restricciones rigurosísimas en la historia de los viajes internacionales, así lo demuestran las investigaciones de la OMT. A estos estudios se suman los datos de los organismos especializados de las Naciones Unidas donde resaltan que el 100% de los destinos impusieron limitaciones para ingresar o salir de los mismos, de los cuales el 83% no lo levantó dichas restricciones.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, manifestó: “El turismo ha demostrado su compromiso de anteponer a las personas. Nuestro sector también puede liderar el camino para impulsar la recuperación. Este estudio sobre las restricciones mundiales a los viajes ayudará a apoyar una aplicación oportuna y responsable de las estrategias de salida, permitiendo a los destinos aligerar o levantar las restricciones a los viajes cuando sea seguro hacerlo”
Un desglose de las limitaciones que se introdujeron en los 217 destinos del mundo a través del seguimiento a partir del 30 de enero, cuando la OMS declaró el COVID-19 como emergencia pública, permitió observar que el 45% ha cerrado total o parcialmente sus fronteras a los turistas; el 30% ha suspendido total o parcialmente los vuelos internacionales; el 18% prohíbe la entrada de pasajeros procedentes de países específicos o a pasajeros que han hecho escala en determinados destinos y el 7% está aplicando diferentes medidas, como la cuarentena o el autoaislamiento durante 14 días, y medidas relativas a los visados.
Con este panorama, la recuperación será lenta, todo se regirá bajo las condiciones socioeconómicas que dejará la pandemia en la sociedad toda. El impacto fue profundo, el coronavirus impondrá nuevas formas de viajes, eso se podrá ver en el tiempo. Pero se debe tener en cuenta que todas esas condiciones estarán siempre bajo la órbita de un descubrimiento paliativo contra el enemigo invisible.
Algunos analistas especializados en Turismo señalan que la recuperación será lenta y paulatina, donde los controles serán más enérgicos y rigurosos en los destinos como por ejemplo: mayores medidas sanitarias en aeropuertos, estaciones de tren, autobuses, museos, monumentos y otros atractivos turísticos. Asimismo, se prevé también la reducción de público en los espacios de gran afluencia turística. A ello se le deben agregar las medidas extras de limpieza en hoteles y otras opciones de alojamiento, organizaciones de eventos y los reclamos por coberturas de seguros de viajes.
La recuperación será lenta y paulatina, donde los controles serán más enérgicos y rigurosos.
El regreso, según calculan estos especialistas, tendrá dos fases: el primer beneficiado serán el turismo nacional y luego el internacional. En el primero de los casos las zonas rurales, playa y turismo urbano tendrán una respuesta positiva inmediata. La llegada de la normalidad previa al COVID-19 se estima para el verano europeo del 2021.
Para finalizar, una consultora importante en América del Sur, Planning Travel, señaló que luego del inicio de la cuarentena en Argentina, donde las consultas sobre modificación de viajes internacionales planificados por la empresa mutaron hacia el interior del territorio nacional o países limítrofes, menos Brasil. Una señal importante para impulsar el mercado turístico.
Mario Bratuz
Jefe de redacción de MagazineDigital.com.ar
