Viajar sin viajar
Sabemos que desde el nacimiento de internet, el mundo es otro. Hoy podemos recorrer este universo de páginas donde la infinidad de rubros superan los conocimientos sobre la existencia de ellos desde la comodidad de nuestro hogar. Hoy todo se halla en Internet, hasta lo más insólito. Y el caso de la escritora Sarah Chrisman es un claro ejemplo de ello.
Regresar en el tiempo
La escritora Sarah Chrisman adapto su forma de vida como si vivera en la época victoriana. ¿Cuál fue el motivo que la decidió a adoptar esa actitud? Ella lo cuenta así: “Sabía que quería ser escritora desde que era muy pequeña. Para mí, escribir es mucho más que una carrera u ocupación: es mi forma de entender el mundo, y cómo me lo explico tanto a mí misma como a otras personas. No puedo no escribir. Cuando fui a la universidad no estudié mi lengua materna, sino el francés. Hacerlo proporcionó información invaluable sobre la naturaleza de los idiomas en general, y también sobre la íntima relación entre el idioma y la cultura. Tengo dos títulos de la Universidad de Washington, obtenidos al mismo tiempo: un BA en francés y otro en Estudios Internacionales”.
Con este currículum, y con el acento puesto sobre la cultura, la propuesta de su esposo fue el detonador de modificar su vida cotidiana. “Hace algunos años” -señala Sarah-, “cuando Gabriel sugirió que exploráramos nuestro amor mutuo por la historia introduciendo cosas de la era victoriana tardía en nuestra vida cotidiana, lo vi como una forma de aplicar las técnicas de inmersión de los estudios culturales a los estudios históricos. El pasado es otra cultura, para ser entendido y respetado. No podemos viajar al pasado como viajamos a otros países, pero podemos rodearnos de los detalles cotidianos de otra época y aprender de ellos”.
Sin dudas que este matrimonio viaja sin viajar. Contradictorio, pero real. Para conocer más de ella solo es necesario un clic en Google y hacer como ellos: viajar sin viajar.