Sarampión sin control
“Médicos sin Fronteras” trabaja sin descanso en Sudán del Sur donde se necesita una campaña de prevención urgente para evitar la propagación del sarampión. En Pibor, la epidemia está fuera de control y a la amenaza a niños y niñas se le suma las inundaciones que están causando estragos.
La organización sanitaria publicó un informe donde refleja la grave crisis que padece el país africano. “En dos meses tratamos a 250 niñas y niños, pero ya han muerto dos y nos preocupa que sean muchos más”.
Dos meses después de que comenzara un brote de sarampión en la ciudad de Pibor, en Gran Pibor (Sudán del Sur), la propagación de esta enfermedad altamente contagiosa y potencialmente mortal es una grave crisis creciente. Médicos Sin Fronteras pidió a todas las organizaciones humanitarias que lancen urgentemente una campaña de vacunación reactiva para frenar el brote.
El 18 de agosto de 2020, fue tratado el primer paciente por sospecha de sarampión en la ciudad de Pibor, en el este de Sudán del Sur. A finales de octubre, los equipos de la institución habían tratado a más de 250 niños y niñas. “Creemos que el sarampión está muy extendido y fuera de control. Es especialmente preocupante que el área administrativa de Gran Pibor esté inundada y en emergencia. Comenzamos con cuatro, luego seis y luego 18 camas de aislamiento”, dijo el Dr. Adelard Shyaka. “En este momento tenemos 30 niños y niñas con sarampión grave que reciben tratamiento en nuestro centro de salud”.
“Cuando comenzamos a responder al brote en agosto, la mayoría de los pacientes procedían de la ciudad central de Pibor, pero ahora la enfermedad se está propagando. Mucha gente camina y rema a través del agua estancada, a veces durante hasta siete días, para llegar a nuestra instalación médica improvisada en Pibor.”
“La gravedad del brote se ve agravada por otras enfermedades como la malaria, la neumonía y la desnutrición grave. Ya han muerto dos niños y nos preocupa profundamente que, sin una campaña de vacunación reactiva inmediata, sigan muriendo más”, indicó el Dr. Shyaka.
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa que se transmite por el aire. No existe un tratamiento específico una vez que alguien lo contrae, pero una campaña de vacunación bien realizada es sumamente eficaz para prevenir nuevos casos. En áreas como Pibor, en las que hay movimiento de personas a gran escala y baja cobertura de inmunización debido a la inseguridad y los problemas de acceso a la atención médica, la vacunación puede reducir la mortalidad infantil en un 50%.
Hay muchos niños y niñas en Pibor que, tras haber huido de los combates o las inundaciones con sus familias, viven en estrecho contacto unos con otros. En general, se espera que los niños con sarampión infecten entre 12 y 18 personas más durante un periodo de ocho días en el que son infecciosos (cuatro días antes y después de la aparición de la erupción).
“Podemos esperar que la tasa de infección de sarampión en Pibor hoy sea alarmantemente más alta que estas estimaciones”, explicó la epidemióloga Laura Wright.
“El 71% de los pacientes tiene menos de un año. Esto probablemente se deba a una interrupción de las vacunaciones de rutina, como resultado de las inundaciones que también ocurrieron en esta época el año pasado y el conflicto en curso”.
Desde Médicos Sin Fronteras han pedido a todas las organizaciones de salud en Sudán del Sur que implementen urgentemente una campaña de vacunación reactiva de amplia cobertura desde el 31 de agosto, después de que el laboratorio confirmara seis casos de sarampión. Se sabe que es un gran desafío, pero de ninguna manera una imposibilidad.
“Las campañas contra el sarampión en esta región son notoriamente difíciles de implementar y no siempre tienen éxito en llegar a las personas que viven en lugares remotos y extendidos. Sin embargo, hoy con las inundaciones, muchas comunidades están agrupadas en pequeñas islas de tierra seca. Este es el momento de vacunar a tantos niños y niñas como sea posible a través de pequeños equipos móviles que visiten estas pequeñas islas”, expresó Josh Rosenstein, coordinador de terreno de MSF en Pibor.
“Si no actuamos ahora, a pesar de todos los desafíos que enfrentemos al realizar esta campaña reactiva contra el sarampión, pronto los niveles de agua comenzarán a disminuir y las personas comenzarán a regresar a sus hogares y a su movimiento normal. Esta es la mejor oportunidad que tenemos para controlar el brote de la enfermedad”.
Este es el tercer brote de sarampión en Pibor en los últimos 12 meses y desde “Médicos sin Fronteras” luchan por controlarlo y, al mismo tiempo, responde a múltiples emergencias de salud en la zona. En las últimas 11 semanas, han sido tratados más de 15.624 pacientes, incluidos 6.290 niños y niñas menores de 5 años.
Más de la mitad de estos pacientes han sido tratados por malaria: un número muy por encima de lo normal para esta época del año. También han tratado a 1.700 niños y niñas menores de 5 años por infecciones del tracto respiratorio y 699 por diarrea aguda, y están respondiendo cada vez más a pacientes con desnutrición.
“Médicos sin Fronteras” brinda atención médica a través de seis clínicas móviles que operan en aldeas en la periferia de Pibor y a través de un centro de salud ubicado en la ciudad. Apoya las actividades de agua y saneamiento, distribuyendo alrededor de 60.000 litros de agua por día.
La institución trabaja en Sudán del Sur desde 1983. Actualmente gestiona proyectos en seis estados: Agok, Bentiu, Aweil, Fangak, Lankien, Leer, Maban, Mundri, Malakal, Pieri, Yei y Ulang, Pibor, además de operaciones de emergencia contra el COVID-19 en Juba.
Las respuestas de emergencia incluyen asistencia para personas desplazadas internamente en los sitios de Protección de Civiles de la ONU y atención médica para personas afectadas por desnutrición y picos de enfermedades como sarampión, malaria, diarrea aguda y kala azar, además de brindar servicios de atención médica básicos y especializados.