Dime cómo te llamas…
¿Cuántas personas tienen tu mismo nombre? ¿Cuál fue la década con más “Juan Pablo”? ¿Y el año de más “Beatriz”? Muchas veces nos hemos hecho esas preguntas, y muchas más también, referidas a los nombres, propios y ajenos. Raros, largos, famosos, extravagantes. Cada uno de nosotros llevamos nuestro nombre sin saber cuántos tocayos tenemos.
Para conocer estas respuestas y aprender mucho más acerca de nuestros nombres, existe un sitio web (https://nombres.datos.gob.ar) que nos permite recorrer la historia y las estadísticas de los nombres en nuestro país en los últimos 100 años.
También existe un interesante proyecto realizado con la colaboración del Registro Nacional de las Personas del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda (“¡Dime tu nombre y te diré qué tan popular es!“) que presenta curiosidades tales como un análisis de la influencia que tienen los famosos en los nombres que los padres colocan a sus hijos. Y no solamente de personas famosas, sino lugares o hasta situaciones también han influido en la designación de los nombres.
Por ejemplo, desde hace casi 40 años a la fecha –aunque en los últimos años ha ido disminuyendo a causa del cambio generacional-, se han usado mucho en varones los nombres “Diego Armando”. Esto se dio a partir del año 1982 cuando Maradona pasó a Boca Juniors, y en 1986, cuando se disputó el mundial en el que Argentina salió campeón y Maradona tuvo una actuación descollante. Curiosamente, el pico de registros con el nombre del jugador fue más alto en el año de su pase al club de la ribera que en el del campeonato mundial de México.
Algo parecido sucedió en 2001, cuando el cantante Rodrigo perdió la vida en un trágico accidente. Ese año uno de los nombres más registrados fue precisamente el del cuartetero.
Nombres de famosos y más
Siguiendo con las personalidades famosas, desde el año 1982 –cuando el Papa Juan Pablo II visitó nuestro país-, el nombre del pontífice tuvo un importante incremento de registros en los recién nacidos.
Y un caso particular se dio en el mismo año de la visita del Papa, y es que ese año se desató la Guerra de Malvinas. Eso hizo que los nombres “Malvina Soledad” tuvieran un pico de anotaciones en el Registro Civil que nunca más se volvió a repetir.