2 de junio: Día del Bombero Voluntario
El 2 de junio se celebra en toda la Argentina el Día Nacional del Bombero Voluntario en honor a la fundación del primer cuerpo de bomberos voluntarios en La Boca. La historia comenzó el 2 de junio de 1884 cuando, debido a un voraz incendio en La Boca, un vecino llamado Tomás Liberti y su hijo organizaron una cadena humana junto a un grupo de personas para apagar las llamas que amenazaban con propagarse en las construcciones aledañas. Este suceso dio lugar a la creación del primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que este año cumple 140 años de vida. El cuartel inicialmente se ubicó en la calle Necochea, entre Lamadrid y la Avenida Pedro de Mendoza, pero actualmente funciona en Brandsen al 500.
La historia de los Bomberos Voluntarios de La Boca
El 8 de diciembre de 1860, un decreto firmado por el gobernador Ocampo y respaldado por Sarmiento como ministro, marcó el primer paso hacia la creación de un cuerpo de bomberos en Buenos Aires. El Jefe de Policía Rafael Trelles recibió la tarea de equipar al Juzgado de Paz de Barracas al Norte con una bomba y sus útiles, además de organizar una compañía de bomberos entre los vecinos.
El 25 de agosto de 1870, La Boca del Riachuelo se separó de Barracas al Norte al crearse la parroquia San Juan Evangelista. Sin embargo, los incendios seguían siendo combatidos de manera rudimentaria por vecinos voluntarios sin formación ni organización. Aunque la carta orgánica de la Municipalidad exigía servicios contra incendios, la necesidad era ignorada por el gobierno.
El 2 de enero de 1870, Enrique O’Gorman, desde la policía, destinó 30 vigilantes para actuar como bomberos, creando así el Cuerpo de Bomberos de la Capital. La ciudad, cuyo límite oeste eran las calles Castro Barros y Medrano, tenía una superficie demasiado grande para ser atendida adecuadamente. En 1876, la ley de inmigración y colonización sancionada por el presidente Nicolás Avellaneda trajo un gran flujo de inmigrantes, especialmente italianos, que se asentaron en La Boca, un barrio de viviendas precarias y propensas a incendios. Las calles de tierra y el clima complicaban la llegada de auxilio en caso de incendio, muchas veces solo extinguidos cuando ya no había nada más que quemar.
En diciembre de 1883, un feroz incendio en un comercio cerca de la ribera movilizó a los vecinos, entre ellos un joven de 20 años, Oreste Liberti, que lideró una cadena humana para apagar las llamas. Inspirados por este acto, en 1884, Tomás Liberti -un inmigrante genovés-, junto a sus hijos y otros vecinos, organizaron una reunión para formar una sociedad de bomberos. El 2 de junio de 1884, se fundó la Asociación Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca.
La primera comisión directiva incluyó a Tomás Liberti como presidente, Lázzaro Baglietto como tesorero y Andrés Benvenutto como secretario, entre otros ilustres ciudadanos. La asociación, reconocida oficialmente en agosto de 1884, instaló sus oficinas en una casilla de madera con el lema “Volere è potere” (Querer es poder).
Liberti era un inmigrante italiano nacido en Génova en en el año1827. Un conventillo de la calle Ayolas del populoso barrio del sur de la ciudad fue su hogar en 1876, época en la que en el barrio había mayoría genovesa entre sus habitantes.
En 1885, los bomberos voluntarios de La Boca tuvieron su primer gran desafío al enfrentar un incendio en una fábrica de velas en Barracas al Sud. A pesar de sus limitados recursos, demostraron gran valentía y organización.
El crecimiento de la organización fue notable, pero no sin dificultades. En 1889, el presidente Juárez Celman prohibió el funcionamiento de los bomberos voluntarios, argumentando la ineficacia de la asociación en comparación con el cuerpo oficial. Sin embargo, en 1890, tras un gran incendio en La Boca y la Revolución del 90, los bomberos voluntarios demostraron su valor y capacidad, ganándose nuevamente el reconocimiento y apoyo del gobierno.
Finalmente, el 5 de septiembre de 1890, el presidente Carlos Pellegrini derogó el decreto que impedía la actuación de los Bomberos Voluntarios de La Boca, permitiéndoles asistir al barrio y colaborar con el cuerpo oficial. Así comenzó una historia de colaboración y servicio que trasciende los límites del barrio, destacándose en numerosos eventos como el incendio de la Estación Central de Ferrocarriles en 1897.
Esta es la historia de un grupo de valientes vecinos que, con determinación y espíritu comunitario, fundaron y mantuvieron una institución vital para la seguridad y bienestar de La Boca y de Buenos Aires.
Los Bomberos Voluntarios son una parte fundamental de la identidad de cada localidad, participando en festivales, eventos de recaudación y concientización. En la actualidad, Argentina cuenta con más de 43 000 bomberos voluntarios, de los cuales 36 000 son hombres y 7 000 son mujeres, distribuidos en más de 900 cuarteles en todo el país. En el 2001, el Congreso de la Nación instituyó este día como el “Día Nacional del Bombero Voluntario de la República Argentina” mediante la Ley Nacional 25.425. ¡Un merecido homenaje a estos valientes que, con responsabilidad y vocación, cumplen un importante rol social en la prevención y cuidado de nuestras comunidades!
